La práctica del ensilaje contrarresta el efecto negativo que provocan los períodos secos en la producción bovina, como es la pobre disponibilidad de forrajes tanto en cantidad como en calidad, creando una disminución en la producción de leche y carne.
Por la falta de adecuación y sistemas de conservación eficientes para la seguridad alimentaria del ganado durante esos períodos, se han realizado vastos estudios tendientes a comparar diferentes alternativas de conservación de forrajes, tomando en cuenta la cantidad y calidad de la misma para mantener niveles estables de producción sin importar las épocas del año .
El principal objetivo de la conservación de forrajes es la de disponer de un aporte nutritivo que asegure la producción del ganado durante períodos de escasez.
Los silos de maíz y sorgo son uno de los pilares, en la actualidad, en muchos de los planteles ganaderos. Pero si este recurso está mal administrado las pérdidas pueden ser muy elevadas. A continuación se mostrarán algunas cuestiones fundamentales a la hora de utilizar esta nueva herramienta.
Cuestiones fundamentales
La bolsa debería ubicarse de norte a sur. Lo ideal sería elegir un sitio alto, con una leve pendiente contraria al sentido de avance de los animales hacia el silo. Con esto aseguramos que el agua de lluvia no quede acumulada en la boca del silo y se logra un buen escurrimiento de todos los efluentes. Por otra parte, los técnicos de la EEA INTA Mercedes y de la A.E.R. Curuzú Cuatíá recomiendan no ubicar jamás las bolsas debajo de los árboles.
La distancia entre las bolsas debería de ser de 10 metros como mínimo, para facilitar la maniobrabilidad de las maquinarias, así como para planteos de autoconsumo.
Es importante la nivelación del terreno para evitar posibles daños en la bolsa.
No es un dato menor que al ubicar las bolsas, éstas queden a la vista del encargado o personal a cargo de la producción para permitir un mejor control.
Hay una cantidad recomendada para consumir diariamente debido a que el tiempo que el material de la bolsa se encuentra expuesto al aire afecta la calidad del ensilado. Se recomienda suministrar 50 cm por día y por boca expuesta. Cuando el consumo del mismo es menor, el oxígeno permite el desarrollo de hongos, posteriormente aumenta el pH posibilitando, de esta manera, la aparición de otros hongos consumidores de azúcares solubles presentes en el material, que terminan finalmente descomponiéndolo.
Como ya es sabido, en todo planteo ganadero debe haber disponibilidad y fácil accesibilidad al agua .
Dormideros y sombra: Al estar en confinamiento, se requiere que los animales tengan un lugar extra para que puedan rumiar y descansar una vez comidos. Si en esos lugares hay sombra, mucho mejor!
El silo es un forraje deficiente en proteína, por lo que se deben suministrar suplementos para compensar dicho déficit: el uso de bateas permite suministrar el suplemento en forma ordenada, eficiente y práctica. Al hablar de una recría, en un metro de comedero pueden suplementarse dos animales, en caso de tener acceso de un solo lado. Y tres animales si el acceso es de los dos lados.
Es de vital importancia que los animales se acostumbren al uso del autoconsumo. Para eso se puede colocar el ensilado en bateas los primeros días, junto con el suplemento, hasta que los animales se habitúen.
La cantidad de animales recomendados por boca de silo depende casi exclusivamente de la categoría que se desee alimentar: en el caso de terneros de hasta 150 kilos, no se deberían superar los 130 - 140 animales por boca. En el caso de vaquillas o novillos de 220 kg aprovimadamente, 80 - 90 animales por boca. Y para categorías más grandes, no se recomienda excederse en más de 50 - 60 animales por boca a silo abierto. El número podría aumentar en caso de que se tenga acceso a otros forrajes como verdeos y pasturas.
Los días de lluvia se debe tener cerrada la entrada al silo, y es necesario contar con la disponibilidad de un lote extra.
Datos obtenidos de las Jornadas a Campo del IPCVA año 2013
revistachacra.com.ar
